Las crecientes necesidades de los clientes de contar con lugares de trabajo eficientes impulsan la adopción de soluciones innovadoras, como las cabinas telefónicas, que resultan efectivas y ventajosas para optimizar la calidad del trabajo.
En los open spaces, cada vez más comunes en las últimas décadas, el ruido de fondo puede convertirse en un elemento perturbador que afecta la productividad y el bienestar de los empleados. Las cabinas acústicas están diseñadas para aislar el sonido en un espacio delimitado, permitiendo que las personas trabajen en un entorno más silencioso y se concentren mejor en sus actividades.
En este contexto, Divilux, en colaboración con su socio italiano, está desarrollando un nuevo producto: una cabina acústica completamente de vidrio, con potencial para evolucionar y convertirse en una microarquitectura autoportante o pared divisoria.
Un sistema completamente desarrollado capaz de integrar todas las colecciones de divisiones ya presentes en el catálogo, introduciendo una nueva lógica con accesorios innovadores.
Estas estructuras, conocidas por su flexibilidad y adaptabilidad, se integran fácilmente en entornos existentes y pueden reubicarse o redimensionarse con facilidad. El resultado es un diseño dinámico y variable que concilia las necesidades estratégicas de la oficina con los requisitos contemporáneos entre espacios individuales y áreas de encuentro colaborativo.
En los últimos meses, el proyecto ha cobrado forma, dando lugar a una cabina con estructura de aluminio extruido, que se integra perfectamente con mesas de trabajo, paneles acústicos, cortinas y estantes. La capacidad de utilizar vidrios de diferentes grosores, junto con la facilidad de instalación de paneles fonoabsorbentes, permite una personalización máxima en los niveles de reducción de ruido. Además, se ha prestado una cuidadosa atención al sistema de ventilación interno, que incorpora ventiladores de velocidad variable en el techo acústico.